La aldea de San Salvador Tzompantepec contó con hornos comunitarios donde aparte de coser las piezas de cerámica, sirvieron para el cocimiento de las pencas y el quiote del maguey. La cerámica Tzompantepec por su color puede clasificarse en monocroma y bicroma. La primera usó los colores rojo, café y blanco, mientras que la segunda se realizó mediante una combinación de rojo sobre café. En la aldea de San Salvador Tzompantepec se han encontrado piezas de cerámica cuyas características nos indican que procedían del valle de Tehuacán, de poblaciones del golfo central norte, así como de Chiapas y de la costa del pacifico en Guatemala, lo que nos indica los contactos comerciales y culturales que se dieron ya desde esta fase.
El trabajo cooperativo y la planificación de las actividades debieron llevar a los aldeanos Tzompantepec a lograr una organización social elemental, donde se supone la existencia de algún jefe o grupo dirigente que se encargara de planificar las labores agrícolas, las de recolección, cacería, así como la distribución de los bienes entre la comunidad, además de los intercambios con otros grupos. Si bien, la sociedad es aun bastante homogénea, pues no se ha concentrado ningún elemento cultural que denote una diferenciación social entre sus habitantes y al parecer todos tienen el mismo rango, pese a la existencia del guía o jefe de grupo.
San Salvador Tzompantepec, fue una de las cabeceras señoriales que consideraba a Tepeticpac, Ocotelulco, Tizatlán y Quiahuixtlán como cuatro parcialidades del señorío de Tlaxcala. Señoríos que la mayoría de las fuentes históricas, en contradicción con las investigaciones arqueológicas, consideran como los únicos señoríos a la llegada de los Españoles en 1519. San Salvador Tzompantepec al igual que los 200 Asentamientos de la cultura Tlaxcala que se extendían en una superficie aproximada de 1500 kilómetros cuadrados, y en los que habitaban unas 165 000 personas, se vivió un periodo de bonanza entre los siglos XIV y XV gracias al intenso comercio que sostenían con las poblaciones del golfo central, la península de Yucatán, y las Hibueras en la actual República centroamericana de Honduras. La población de San Salvador Tzompantepec paradójicamente es el principio y el fin de la secuencia prehispánica. Aquí surgieron las primeras aldeas sedentarias y aquí se inicia el dominio español terminando con la fase de la cultura Tlaxcala, cerrando todo un ciclo histórico. San Salvador Tzompantepec en el principio y el fin de la República de Tlaxcala.
La Colonia.- La iglesia del divino Salvador en Tzompantepec debió comenzar a construirse a mediados del siglo XVI convirtiéndose en una iglesia de visita dependiente de la iglesia de doctrina que a cargo de los franciscanos se estableció en San Luis Huamantla.
En esta época los territorios de los actuales municipios de Cuaxomulco, San Francisco Tetlanochca y San José Teacalco formaban parte de Tzompantepec, por lo que es necesario destacar que desde fines del siglo XVI se inició un proceso de penetración de estancieros españoles en el tenientazgo de Huamantla, al que pertenecía Tzompantepec, estableciéndose con sus hatos de ganado y apoderándose posteriormente mediante diversas formas de extensiones considerables de tierras hasta formar las haciendas de San Miguel Buenavista y la hacienda de Totalquexco de las que aún quedan en pie algunas de sus instalaciones.
Para los tlaxcaltecas el virrey y la audiencia representaron las autoridades más cercanas. Por su parte, el Cabildo de Tlaxcala conformado por los miembros de los 4 principales señoríos, en el que los tlahtoque o caciques de los mismos fueron reconocidos como regidores o alcaldes con acceso a gubernatura india de manera rotativa a cada una de las cabeceras, primero por períodos de dos años y a partir de 1591 de manera anual. Tzompantepec, como los otros 19 señoríos no tuvieron acceso a los cargos principales, sino únicamente al cuerpo de electores que tenían a su cargo la elección de otros cargos administrativos de la provincia.
La religiosidad de San Salvador Tzompantepec no quedaba reflejada exclusivamente por las iglesias de visita que se habían construido en su cabecera, sino por otras iglesias dependientes como las de San Antonio en Cuaxomulco; la de Santa Isabel, San Andrés Apóstol y San Bartolomé, en Tetlatlahuca; San Cosme y San Damián en Texoloc; San Jerónimo Zacualpan; Santa Ana y San Joaquín en Santa Ana Portales y Santa Cruz en Aquiahuac.
La Independencia.- Cuando en septiembre de 1810, el cura Miguel Hidalgo encabezara un levantamiento armado de caracter independiente, los indígenas de Tzompantepec al igual que otras muchas poblaciones de Tlaxcala se sumaron al movimiento participando al lado de los caudillos locales de la insurgencia.
No se cuenta con referencias bibliográficas que nos indiquen de manera particular la participación de los habitantes de Tzompantepec en estos acontecimientos. Sin embargo tiempo después, en una Carta Topográfica del territorio de Tlaxcala se menciona un Ayuntamiento con el nombre de San Salvador Tzompantepec.
Tzompantepec, en estas circunstancias siguió formando parte del partido de Huamantla. En 1848 legisladores poblanos ante el Congreso General, solicitaron la anexión de Tlaxcala a Puebla. Las protestas de los ayuntamientos de Tlaxcala por semejante solicitud fueron numerosos, entre ellos, la del ayuntamiento de San Salvador Tzompantepec. La protesta fue firmada por V. Encarnación Matamoros y Bartolomé Montiel, alcalde primero y segundo respectivamente del municipio.
La Reforma.- Atención especial para la educación estableciéndose siete juntas directivas de educación primaria, quedando Tzompantepec, en la segunda, conjuntamente con Huamantla, Ixtenco y Zitlaltepec. Habitantes de Tzompantepec combatieron por la causa liberal, afiliándose al batallón de Tlaxcala, que estaba integrado por cuatro compañías y al batallón de la guardia nacional, que a su vez, estaba compuesto de siete compañías.
La continuación de las vías férreas, de manera particular, la del ferrocarril mexicano, que unía a la ciudad de México con el puerto de Veracruz, vino a beneficiar directamente a Tzompantepec pues en su trazo por el estado de Tlaxcala, estableció una estación en esa población.
A la muerte del presidente Benito Juárez le sucede Sebastián Lerdo de Tejada, a quien le tocó inaugurar el ferrocarril mexicano, quien fue vitoreado por la población de Tzompantepec a su paso en el convoy presidencial, en el viaje de la ciudad de México a Veracruz, el 1º. de enero de 1873.
Tzompantepec fue beneficiado con una estación del ferrocarril mexicano, lo que permitía que la producción cerealera saliera de sus haciendas al mercado tanto del golfo como de la ciudad de México. Entre estos haciendas destaca la de Xaltelulco y la de Jonecuila, empresa que recibió financiamiento de la administración de don Próspero Cahuantzi a través de la beneficencia pública.
Pero no solamente los hacendados mantuvieron la propiedad sobre importantes extensiones de tierra, también las viejas comunidades indígenas, entre ellas la de Tzompantepec, se opusieron permanentemente a la desamortización de los bienes comunales de las corporaciones civiles y eclesiásticas, cuya legislación venía desde la Reforma, pero que incluso ya muy avanzada la etapa del porfiriato, las autoridades se hicieron de la vista gorda, para no aplicar la citada legislación. Tzompantepec hasta principios del siglo XX mantuvo la explotación de montes, uso de pastos, la extracción de leña y carbón, manantiales y jagüeyes, terrenos para la trilla de semillas, canteras, extracción de barro para los alfareros, etc., para uso de la comunidad en su conjunto.
La resistencia de Tzompantepec a la desamortización de bienes comunales, movió a los campesinos de la población a demandar ante los tribunales, la anulación de adjudicaciones realizadas, mediante demandas contra los adjudicados el 5 y 15 de junio y 17 y 22 de diciembre de 1885; 21 de octubre de 1885, 11 de abril de 1889; 19 de abril de 1901; 13 de junio y 4 y 25 de diciembre de 1902; 20 de febrero de 1903; 29 de marzo y 18 de abril de 1904; 29 de febrero y 18 de marzo de 1908; 25 de junio de 1909; 30 de agosto y 4 de julio de 1910 y 29 de abril de 1911.
Las relaciones entre los hacendados y ranchos con los vecinos de Tzompantepec, no fueron fáciles, pues los objetivos de la propiedad comunal no tenían como finalidad el lucro, sino la satisfacción de las necesidades de la comunidad, objetivo que buscaba con las otras formas de propiedad. Los conflictos entre Tzompantepec y los ranchos y hacendados surgían cuando estos exigían usar los recursos que el primero consideraba de uso comunitario, como sucedió cuando el rancho de Tototla obtuvo permiso de las autoridades para obtener agua de los manantiales comunales de Tzompantepec, en agosto de 1885. Los comuneros de Tzompantepec se opusieron a tal permiso, llevando un pleito con el rancho citado desde 1885 hasta el 6 de mayo de 1909. Este conflicto, más el que provocó la ley de hacienda del 5 de mayo de 1897 que incrementaba el pago del impuesto predial, genero malestar entre los comuneros de Tzompantepec, quienes en 1902 fueron a unas competidas elecciones municipales, que tuvieron que ser anuladas por el congreso local para evitar el amotinamiento de la población.
El 12 de julio de 1916 Venustiano Carranza emite un decreto para que se convoque a las elecciones de ayuntamientos. Tzompantepec como la mayoría de las poblaciones de Tlaxcala concurre a las elecciones municipales, siendo gobernador del estado el general Antonio M. Machorro. Asimismo Tzompantepec como parte del segundo distrito electoral con cabecera en Huamantla, participó a las elecciones de septiembre de 1916, para elegir al congreso local. Poco a poco Tzompantepec fue volviendo a la normalidad constitucional superando los días difíciles de la lucha armada.
Epoca Contemporánea.- Tzompantepec, la cuna de la civilización tlaxcalteca, es hoy en día, una comunidad laboriosa, empeñada en superar viejos rezagos para acceder a una calidad de vida mejor.